OTRA CARA DE AMÉRICA

El topónimo “Apalache” apareció por primera vez en las cartografías europeas gracias a los diarios y a los mapas dibujados a mano por el explorador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca. “Apalache” es un vocablo que proviene del dialecto apalache, y que significa “la gente del otro lado”. De vuelta a España quisimos compartir otra cara de los Estados Unidos con charlas y una exposición fotográfica para comunicar nuestro recorrido transversal por América y nuestro encuentro con otras caras, y otra gente.

Oculto entre las sombras que los grandes modelos narrativos de los Estados Unidos proyectan sobre él a través del cine, los medios de comunicación y los recorridos turísticos pavimentados, este recorrido se aparta de los caminos comunes y propone otra América, con quizás unos valores diferentes.

Caminar ha sido nuestro medio de explorar.

Nuestro cuerpo y nuestra mente se compenetraron de tal manera que se hermanaron con el terreno y con el territorio conceptual del viaje. Buscábamos comprender el “genius loci” empleando las plantas de nuestros pies para medir el ritmo de este lugar.

El camino que seguíamos nos mantenía a distancia de la constante rutina de las grandes ciudades de la Costa Este y nos llevaba a diferentes ciudades, de la mayoría de las cuales nunca habíamos oído hablar: Andover, Maine, Blue Ridge Summit, Pennsylvania, Elk Park,… son sólo algunas de ellas.
En nuestro camino nos topamos con animales como el oso, el alce americano, el ciervo, el mapache, la ardilla, la ardilla rayada y el ratón, por no hablar de los cientos de especies de pájaros que seguían sus rutas de migración. Y también fuimos testigos de cómo el verano devenía en otoño, y derramaba su paleta de colores según la latitud en la que nos encontráramos, destapando el ciclo anual de la naturaleza con sus atrevidos rojos, amarillos y naranjas. Y antes de alcanzar nuestra meta entramos en territorios cubiertos por una nieve no muy espesa, fruto de un muy temprano invierno.
No nos atrevemos a llamar a esto la América o los Estados Unidos más auténtico porque esta clase de superlativos nos privan de producir un significado más profundo; pero los dos creemos que ésta es una América que merece la pena compartir.